La tarde ardiente una chica excitante cabalgo en un caballo
la tensión estaba cargado entre ellos y la química surgió. El lugar se puso mucho más íntimo mientras la chica se dejó llevar al semental en una conexión salvaje
haciendo salir su deseo más oculto. No había límites tampoco normas solo el deseo gobernaba en aquel momento
mientras exploraban nuevas sensaciones sin vergüenza. La soltura que se experimentaba resultaba adictiva como un sueño convertido realidad
y cada caricia cada gemido los unía cada vez más a su euforia absoluta. Al final de la velada esta chica reconoció que su existencia nunca sería la misma luego de este encuentro
su alma había quedado tocada por la conexión salvaje e imborrable de aquel instante.
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